El otro día me encontré con un mar de girasoles, y no pude hacer menos que darme un buen chapuzón en él.
Y retratarlos, por supuesto.
Me quedé un rato con ellos, aprendiendo a impregnarme de esa energía que nos regala el astro rey cada día.
Me dí un buen baño de luz, junto a unos profesionales.
Todo un lujazo.
martes, 26 de mayo de 2009
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Que hermosa foto....yo me zambullí en ellos sólo con su imagen....
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